luni, 3 noiembrie 2014

AE: Capítulo 14 - Cayendo en la trampa

CAPITULO 14 – Cayendo en la trampa


SEGUNDO DÍA

INT. MANSIÓN DEL MONTE, BIBLIOTECA. DÍA.

Santiago llega a la mansión para hablar con José Ángel. No sabe que aún no ha tomado el lugar en su casa y que en su lugar es su hermano malvado Rodrigo. Santiago entra acercándose al escritorio donde estaba Rodrigo fumándose un puro.



Rodrigo: ¡Pasa! ¿Ya recogiste las cosas de tu madre?

Santiago: Si, ya las tengo todas patrón. Me gustaría hablar con usted de unas cosas…

Rodrigo: Dime

Santiago: Descubrí el diario de mi madre donde me entere… bueno, me entere de unos secretos que estaba escondiendo y pensé que tanto usted como don Daniel tienen que saberlo.

Rodrigo: ¿De qué se trata?

Santiago: (Entregándole el diario) Lea usted mismo, por favor.

Rodrigo: (Coge el diario de Esperanza abriéndolo)

Santiago: Me entere que… bueno, don Ricardo no era su padre y que usted… tiene un hermano gemelo… 

Escuchamos música incidental. Santiago no sabe que está hablando justamente con el hermano gemelo. Rodrigo lo mira con odio, justo se han descubierto muchos secretos.

Rodrigo: ¿De que estas hablando? ¿Te has vuelto loco? ¿Cómo que don Ricardo no era mi padre? Entonces… ¿mi madre le ha sido infiel? ¿Quién es mi padre entonces?

Santiago: Allí dice todo, señor. Me he quedado pensando si mostrárselo o no, pero al final pensé hacerlo.

Rodrigo: (Sonríe diabólicamente) Hiciste muy bien y dices que ¿un hermano gemelo? Eso es lo más loco que he escuchado en mi vida. Mi madre jamás me ha dicho de ningún hermano gemelo.

Santiago: Allí dice que don Ricardo era el padre de don Daniel y mi hermano Mauricio. Al final del diario dice que doña Fabiola que en paz descanse tuvo una relación con el único hombre que amo en su vida, un tal Armando Bustamante, quien resulto siendo el padre de sus hijos. Supongo que usted con aquel hermano gemelo.

Rodrigo: Que no oyes que no tengo ningún hermano gemelo

Santiago: Lo siento, don José Ángel. Yo solo leí lo que dijo allí.

INT. DEPARTAMENTO DE JOSÉ ÁNGEL, HABITACIÓN. DÍA.

José Ángel está acostado en la cama con Diana, abrazándola a él. Ella se recuesta en su pecho, mirándolo a los ojos.



Diana: Mi amor, ¿Por qué no vas a la mansión a recuperar tus derechos, tu vida? Tienen que saber que estas vivo.

José Ángel: Ahora mi familia son Camilo y tú. Tu misma has visto hasta a donde puede ir la maldad de Rodrigo. No pienso dejar que os haga daño. Pienso vengarme del así como estamos, alejados. No pienso dejar que le toque ni un pelo a Camilo o a ti.

Diana: Como quieras, mi vida. (Se besan) Gracias a Dios que sigues vivo, mi amor, pensé que iba a enloquecer cuando me entere del accidente y más, cuando me entere que tu hermano te suplanto.

José Ángel: Déjalo que se crea el dueño y señor de la mansión y la compañía que no lo sera por mucho tiempo. Tengo muchas pruebas en su contra que tarde o temprano saldrán a la luz.

Diana: ¡Te amo, mi amor!

José Ángel: Yo tambien

Los dos se besan con amor, el hombre voltea encima de ella besándola con amor.

EXT. CENTRO COMERCIAL. DÍA.

Delante del centro comercial de la ciudad, podemos ver a Ariadne con el bolso colgado del codo como las pijas. Camina bamboleando las caderas, dispuesta a comprarse unas cosas para una noche con Daniel cuando se encuentra frente a frente con Marta. Las dos se conocen de sobra.



Marta: Vaya, vaya, pero miren a quien nos encontramos. A la zorrita de turno

Ariadne: ¿Perdón?

Marta: Ah casi se me olvida que tengo competencias para el amor de mi Daniel.

Ariadne: Y tu ¿Quién eres?

Marta: Soy la ex esposa de Daniel del Monte y espero futura esposa.

Ariadne: Jajaja lamento informarte que estas ya pasado en la vida de Daniel. Siquiera me ha hablado de ti… (Mirándola de arriba abajo) ¿Cómo decías que te llamabas?

Marta: Marta del Monte, querida.

Ariadne: Ahhh 

Marta: Si te veo una sola vez más, cerca de mi marido te juro que te mato

Ariadne: Yo no soy la verdadera amenaza. La amenaza es esa zorra de Esther Montero. Daniel jamás ha logrado olvidarla.

INT. EMPRESAS DEL MONTE, DESPACHO DE DANIEL. DÍA.

Daniel está charlando con su mejor amigo Jaime. Los dos hablan de Esther.



Jaime: ¿Qué te pasa? No me digas que aún no has logrado olvidar a Esther…

Daniel: No… y ahora no es como hacer para recuperarla. Hice la estupidez de liarme primero con Marta, ahora con Ariadne y Esther ya no me quiere perdonar…

Jaime: Lo que si deberías hacer es demostrarla que aun la amas. Manda al diablo a Marta, a Ariadne y a no sé qué más mierdas. Esther vale mucho más que cualquier otra mujer.

Daniel: Tienes razón, pienso luchar por ella pase lo que pase

Jaime: Así se habla, amigo

INT. GUARIDA DE RODRIGO, HABITACIÓN. DÍA.

Rodrigo está delante de Armando quien está desnudo solamente con el bóxer. Está colgado de una barra. Se ven rastros de golpes en su piel. Sostiene un látigo en la mano derecha. Tiene la frente sudada. Lo mira con odio. A pesar que es día, en la guarida parece de noche.



Rodrigo: Y dime ¿desde cuándo tu relación con mi madre, ah? ¿Desde cuándo amabas a Fabiola del Monte? ¿Desde cuándo resulte mi hermano y yo?

Rodrigo golpea con saña a su padre sin piedad. Se limpia con la mano derecha el sudor. Descansa su mano mirando la sangre en el cuerpo de su padre.

Armando: (Llorando, con los ojos vendados) ¿Quién eres? ¿Rodrigo? Por favor… ya no más, ya no más golpes… (Llora)

Rodrigo: ¡CALLATE!!! ¡Cállate!!! Destrozaron nuestras vidas… Mi madre y tú han destrozado mi vida… (Llora) ¿Se han preguntado donde estaba? ¿Les ha importado mi vida? ¡No! Solamente les ha importado las suyas… No les ha importado si viví en un orfanato o no… (Llora)

Armando: ¡NOOOO!!! (Llora por los golpes) Yo no supe nada de ustedes, su madre me ha ocultado la existencia de sus hijos, yo no supe… (Quejándose)

Rodrigo: ¡Mentira!!! (Llora y sigue golpeando a Armando, cada golpe le duele, cada lágrima le duele a ambos)

DIAS DESPUES

INT. GUARIDA DE RODRIGO. DÍA.

Todo es oscuro. Podemos ver a Armando todo golpeado y lleno de sangre, acostado en el piso. A su lado podemos ver atado a Santiago, con cinta en la boca. Al lado de los dos vemos al pequeño Camilo atado, durmiendo. Escuchamos música incidental. Rodrigo no está para vigilarlos. La puerta está encerrada con candado. Llevan días allí.




INT. DEPARTAMENTO DE ARIADNE, HABITACIÓN. DÍA.

Ariadne está durmiendo en su habitación. Escuchamos música incidental. Vemos que la puerta se abre. La cámara muestra unos guantes negros. La persona que ha entrado cierra sigilosamente la puerta y se dirige a la habitación. Escuchamos música incidental. Abre la puerta sigilosamente. Ve a Ariadne dormida y se acerca a la cama. Vemos que saca un bolso de plástico de su bolso. Ariadne se mueve en la cama. La persona se queda paralizada pensando que pueda despertarse. Podemos ver que se trata de una mujer. La cámara enfoca a Marta. Marta ha entrado en el departamento de Ariadne. Se acerca a ella y la da una fuerte bofetada que la tira contra la cama despertando a Ariadne.



Ariadne: ¡Ahhh! ¿Qué haces aquí? ¡AUXILIO!!! 

Marta: (Tirándola otra bofetada) ¡Cállate, estúpida!!!

Marta saca el bolso de plástico y la sujeta la cabeza con esfuerzo colocándola el bolso en la cabeza apretando fuerte para que no le entre el aire. Ariadne lucha por sobre vivir, pero al final muere allí mismo. Escuchamos música incidental.

Marta: Esto para que aprendas a no meterte con lo mío, pedazo de perra

Marta se va de allí dejando el cadáver de Ariadne en la cama tapándola con las sabanas.

INT. CASA DE DIANA, SALA. DÍA.

José Ángel ofrece un té a Diana quien está desesperada por saber por su hijo.



Diana: No entiendo ¿Cómo se lo pudieron haber llevado? La maestra tiene órdenes claras que me lo dieran a mi padre o a mí… (Llora) Ay, ¿y si le ha pasado algo?

José Ángel: ¡Tranquilízate, mi amor! Pronto sabremos de él.

El teléfono de Diana suena. Coge el teléfono temblando.

Diana: (Limpiándose las lágrimas) ¿Bueno?

Rodrigo: Hola, hermosa. ¿Me recuerdas?



Diana: ¿Tu?

José Ángel: ¿Qué pasa?

Rodrigo: Si quieres volver a ver a tu hijo, ven a la cabaña, pero ven sola. Si traes a la policía, no tu hijo muere. Ah, y tráeme 500.000 dólares. (Cuelga)

Diana: ¿Bueno? ¿Bueno? 

José Ángel: ¿Qué pasa?

Diana: Colgó… Ay Dios mío, esto es un secuestro… 

José Ángel: (La abraza) ¡Tranquilízate, mi amor! Iremos juntos, no te preocupes.

Diana: Dijo que vaya sola, sin nadie, sin la policía y traer 500.000 dólares

José Ángel: ¿Qué? Y por la voz ¿no pudiste reconocer?

Diana: (Traga saliva) Su voz me parece conocida, pero no sabría decir quien es…

José Ángel: Ya, mi amor, iremos juntos…

INT. DEPARTAMENTO DE ARIADNE, HABITACIÓN. DÍA.

Patricio entra feliz al departamento de Ariadne con deseos de verla. Abre la puerta y la encuentra dormida. Se acerca a ella sentándose a su lado en la cama.



Patricio: ¡Ariadne, mi amor!

La da un beso en los labios cuando descubre que está muerta.

Patricio: ¡Dios mío! ¡Ariadne! ¡NOOOO!!!

Comienza a llorar cargando a la única mujer que amo en sus brazos. No puede creer que Ariadne haya muerto.

INT. CASA DE DIANA Y ESTHER, SALA. DÍA.

Daniel viene a visitar a Esther nuevamente para pedirla perdón. Esta vez la muchacha lo recibe. Suspira alejándose de la puerta. Daniel entra y cierra la puerta. La entrega un ramo de rosas rojas.



Daniel: Mi amor, tienes que perdonarme. Te juro que no es lo que tú piensas. Perdóname, por favor…

Esther: (Suspira) Está bien… te perdono

Daniel: ¿Enserio, mi amor? (Sonríe tomándola de las manos) Comencemos nuevamente la relación sin nadie que se interponga entre los dos.

Esther: Está bien… pero, prométeme que jamás, jamás, jamás vas a fijarte en nadie más que no sea yo. Prométemelo, mi amor

Daniel: ¡Te lo prometo!

Los dos se abrazan con todo el amor del mundo, besándose con todo el amor del mundo.

Esther: ¡Te amo! 

Daniel: ¡Te amo! En ningún momento deje de hacerlo

Los dos vuelven a besarse con amor. Daniel la carga en sus brazos y los dos entra en la habitación de Esther. Se deja lentamente encima de ella en la cama. Siguen besándose lleno de amor. Escuchamos música romántica.

INT. AEROPUERTO. DÍA.

Marta, vestida con un traje negro y gafas negras camina con un maletín en mano. Mira su vuelo y se dirige a abordar cuando la policía la detiene. Escuchamos música incidental.



Policía: ¿Señora Marta del Monte?

Marta: (Voltea) Si, soy yo

Policía: Queda detenida por el asesinato de la señorita Ariadne

Marta: ¿Perdón? Esto es un atropello… Soy inocente

Policía: Se han encontrado pruebas en el lugar de los hechos, pruebas que les pertenecen a usted. Así que haga el favor de acompañarnos.

Marta: ¡Esto es un atropello! Soy inocente

La policía se lleva a Marta ante la mirada de tanta gente.

Continuará...

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